
Por: Algenis Polanco
Este 15 de septiembre, la República Dominicana se une al mundo en la conmemoración del Día Internacional de la Democracia, una fecha instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007 para resaltar la importancia de sistemas políticos participativos, justos y representativos.
Este año, bajo el lema “Democracia para las nuevas generaciones”, el foco está puesto sobre la juventud: su papel como actores de cambio, su nivel de participación política y su nivel de confianza en las instituciones dominicanas.
Y es que en el país, donde más del 35 % de la población tiene menos de 35 años, la democracia enfrenta retos importantes: aplicación efectiva de la ley, rendición de cuentas, representación política real y acceso equitativo a los espacios de poder.
Participación juvenil: entre el entusiasmo y la desilusión
A pesar de los avances en materia electoral, aún persiste un grado considerable de apatía política entre los jóvenes. En las elecciones de 2024, según datos de la Junta Central Electoral (JCE), solo un 51 % de los votantes entre 18 y 30 años acudió a las urnas. Aunque la cifra representa una ligera mejora con respecto a comicios anteriores, expertos señalan que la desinformación, la falta de confianza y el desencanto siguen siendo obstáculos importantes.
«Los jóvenes quieren participar, pero no encuentran canales confiables. Necesitamos renovar el pacto democrático desde la educación cívica hasta las estructuras partidarias», comenta Rafael Mejía, politólogo y profesor universitario.
Instituciones bajo escrutinio
La conmemoración también coincide con un contexto nacional donde se cuestiona la transparencia en algunos niveles del Estado y se demanda una justicia más efectiva. Aunque la República Dominicana ha fortalecido mecanismos de control y ha impulsado reformas en materia de acceso a la información pública, la percepción ciudadana aún refleja desconfianza, especialmente hacia el Congreso Nacional y los partidos políticos.
Una tarea diaria
Más allá de la conmemoración simbólica, el Día Internacional de la Democracia es una oportunidad para recordar que el sistema democrático no está garantizado por sí solo. Como señalan distintos analistas, la democracia es frágil si no hay una ciudadanía activa y consciente que la defienda.
«Este día no es solo para celebrar, sino para exigir y construir. Cada dominicano y dominicana tiene un papel que jugar, no solo como votante, sino como vigilante del poder».




